El amigo José León ex-dueño de la "Tienda de las Cometas" nos enseña su culebra multicolor elevada por su poderosa Rokkaku de 2 m de alto. Lo encontramos "cazando niños" como él nos dice, son pocos los niños que se resisten a querer ver y tocar esta culebra tan bonita y confesamos que nos arranca una sonrisa del rostro a los adultos.
Otros aprovechan la tarde y tocan su guitarra haciendo bailar las cometas. A pesar de todos los problemas a veces de espacio cuando somos muchos, gente jugando al fútbol en el área de cometas, el JCI, tiene un encanto especial, es nuestro querido campo de vuelo.
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